Una de las “medidas de seguridad” mas molestas de los DVDs (y Blurays) es el sistema de regiones: el disco va codificado para que sólo se pueda leer en “dispositivos autorizados” en una “región en la que se haya licenciado”. Esto se traduce en que un DVD vendido en España se puede ver en un reproductor “región 2” (Europa), pero si importas un DVD de, por jemplo, Estados Unidos no lo podrás ver porque es “región 1”. Hay quien usa la “región 0” (funciona en cualquier sitio, sin DRM), pero suele ser únicamente con contenido independiente.
Esta medida es una de las mas obsoletas que he visto: a día de hoy el comercio se produce a nivel mundial, y esto solo es una traba. Hay contenidos que muchos estarían dispuesto a pagar, pero al no poder verlos cómodamente en casa, se recurre a la piratería. Y en este caso no hablo simplemente de obtenerlo sin pagar al creador, sino de tener que piratear el propio contenido que sí se ha pagado para poder verlo cómodamente en el sofá de tu casa.
La alternativa mas cómoda a todo ese trajín de piratear tus propias películas es conectar el ordenador a la televisión, teniendo instalados los componentes de DRM (Windows y OsX los trae de serie porque pagan al lobby, mientras que en Linux hay que instalarlos manualmente, como explico en este post), y emplear el siempre fiel VLC. El motivo de elegir este reproductor es que es capaz de seleccionar y cambiar libremente la región de reproducción, permitiendo ser un sistema de visionado universal. Hago notar este detalle porque los reproductores de video normales (el DVD de casa o el clásico Power DVD, tan “debidamente autorizado” por los lobbys que solo permite cambiar la región un número limitado de veces, y después se acabó para siempre, salvo que tengas los conocimientos técnicos para hacer un “reset de fábrica”).
¿Para qué sirve esto hoy en día? La verdad es que no tengo ni idea. Si quiero tener la película doblada a mi idioma y con subtítulos seguiría comprándola en mi región, por lo que no creo que hiciese daño a la distribuidora. De igual manera, si no hay distribuidoras que trajesen dicho contenido, podría adquirirlo legalmente si no viniese con sistema de bloqueo por regiones, tal como importo la música que me gusta del país que sea. Así sólo se incomoda a quien decide pagar por el contenido, haciendo que uno se sienta estúpido frente a los piratas, que los ven cómo, cuando y donde quieren.
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